se que Dios la escuchó,
sentí su respuesta
en mi corazón
a pesar de no escuchar su voz.
No le pedí que te de fama ni fortuna,
le pedí tesoros que perduran mucho más.
Que esté a tu lado
cada día,
que te de Salud y Alegría.
Y que tengas buenos amigos
Y que tengas buenos amigos
para
compartir tus días.
Le pedí Felicidad para ti
en las cosas grandes y
pequeñas.
Pero lo que más le pedí, es que
su Bendición esté presente
por
siempre en tu Vida, Hogar y Familia.